Capitulo 12
Mi trabajo termino, por pensar en Bill y en la cena. La noche llego al igual que la cena, yo ya había pedido permiso un día antes para esta y se me había dado toque de queda (12:00 a.m) , el cual yo acepte.
Me puse un vestido color café, no muy elegante, y me había preparado como nunca antes lo había hecho. Las 10:00 p.m llegaron.
(Toc,toc) tocaron la puerta, ligeramente.
-¡Bill!-dije su nombre bastante alto. El traía un pantalón negro, con un saco no muy elegante. El se veía mas guapo que nunca, estaba muy arreglado y no llevaba maquillaje, así me gustaba el.
-Te ves muy linda.-dijo algo ruborizado
-Gracias, tu igual.
-Gracias, tu más. ¿Nos vamos?-dijo señalando su BMW.
-Claro que si.-camine hacia su auto, el abrió al puerta, pude notar que en el asiento de pasajero iba el guardaespaldas, vigilando toda situación.
Nos dirigimos hacia un restaurante Italiano el cual tenia el nombre de “Italiannis” en avenida Insurgentes. Yo me quede sorprendida, nadie nunca me había llevado a un restaurante tan elegante, todo estaba siendo grandioso. ¿La gente no reconocería a Bill? Que tal que llegaban paparazzi´s y veían que era Bill Kaulitz, decidí olvidar eso y dejar que todo pasara con su naturaleza.
-Bueno e aquí el Italiannis .Espero que te guste la comida Italiana.-dijo con una gran sonrisa en el rostro.
-Lindo, créeme que no paso de las pastas y la lasagna jejeje.-era real, yo solo había comido esa poca comida Italiana, y eran mis favoritas.
-Ok! Hoy será diferente.-al parecer Bill comenzaba a quitar esa timidez que antes tenia al estar conmigo.
Entramos al restaurante, era muy hermoso y elegante, nos sentamos en unas de las mesas del fondo, quizás esto era para pasar desapercibido. Llego la mesera, la cual le lanzaba constantes miradas a Bill.
-Buenas noches tengan ustedes. ¿Qué podemos ofrecerles?-pregunto esa mesera, la cual no tenia un mal aspecto.
Bill pidió una ensalada, al igual yo. Todo estaba saliendo bien, muy bien me la estaba pasando genial, estando con el. Bill y yo charlábamos mientras comíamos, el mostraba mas a fondo sus sentimientos.
-Bueno Sharon, tu me dijiste que tenia que decirlo-susurro con un tono suave y nervioso.-Y lo voy a hacer,
-No te entiendo Bill-alce una ceja, yo no sabia de que hablaba el.
-Sharon…-tomo mi mano lentamente.-Tu…eres esa persona, de la cual yo estoy enamorado.-me lanzo todo sus sentimientos, yo no creí que esto fuera a suceder tan rápido, todo fue tan rápido, no sabia que decir.
-OH Bill!-fueron las únicas palabras que salieron, mi cara quemaba y eso era por que yo tenia que mostrar mi sentimientos también.-Bill…yo también estoy enamorada de ti.
-¿Enserio?-dijo como un pequeño niño.
-Si Bill, desde que te conocí todo es diferente.
-También para mí.
De pronto Bill se acerco lentamente a mi y pozo sus labios sobre los míos con un dulce toque, el me había besado. Yo seguí su beso.
-Algo………ma-llego la mesera, al ver ese beso ella se quedo sin palabras.-¡Oh Dios! Eres ¡BILL KAULITZ!-grito a todo el restaurante a lo cual todos nos miraron, Bill y yo nos separamos y nos quedamos como una roca sin movernos.
-Es mejor que salgamos de aquí.-Bill susurro a mi oído. El jalo mi mano y salimos corriendo, yo llevaba esos tacones negros en mis manos, no podría correr con ellos puestos, un señor tomo una foto, era un paparazzi. No lo creía, yo enredada en tal problema.
Subimos al auto y Bill arranco de una manera brusca, varia gente nos había perseguido.
-No creí que esto fuera a suceder, siento haber arruinado la noche.-dijo Bill con tono triste.
-No importa, me la pase genial contigo.-dije tomando su mano. Ahora que Bill y yo nos habíamos dicho la verdad, sentí un poco mas de confianza al estar con el.
-Más yo. Creo que es mejor que te lleve a casa.
-Claro. ¿Pero te veo mañana, verdad?-pregunte
-Si, toda la tarde.-sonreía como un sol.
Bill me llevo a casa, yo iba feliz de la vida, me encontraba mas que contenta, nunca me la había pasado tan genial. Ahora tendría que pensar en contarle todo a mi familia, ya que todo había sucedido de una manera la cual yo no esperaba.
Mi trabajo termino, por pensar en Bill y en la cena. La noche llego al igual que la cena, yo ya había pedido permiso un día antes para esta y se me había dado toque de queda (12:00 a.m) , el cual yo acepte.
Me puse un vestido color café, no muy elegante, y me había preparado como nunca antes lo había hecho. Las 10:00 p.m llegaron.
(Toc,toc) tocaron la puerta, ligeramente.
-¡Bill!-dije su nombre bastante alto. El traía un pantalón negro, con un saco no muy elegante. El se veía mas guapo que nunca, estaba muy arreglado y no llevaba maquillaje, así me gustaba el.
-Te ves muy linda.-dijo algo ruborizado
-Gracias, tu igual.
-Gracias, tu más. ¿Nos vamos?-dijo señalando su BMW.
-Claro que si.-camine hacia su auto, el abrió al puerta, pude notar que en el asiento de pasajero iba el guardaespaldas, vigilando toda situación.
Nos dirigimos hacia un restaurante Italiano el cual tenia el nombre de “Italiannis” en avenida Insurgentes. Yo me quede sorprendida, nadie nunca me había llevado a un restaurante tan elegante, todo estaba siendo grandioso. ¿La gente no reconocería a Bill? Que tal que llegaban paparazzi´s y veían que era Bill Kaulitz, decidí olvidar eso y dejar que todo pasara con su naturaleza.
-Bueno e aquí el Italiannis .Espero que te guste la comida Italiana.-dijo con una gran sonrisa en el rostro.
-Lindo, créeme que no paso de las pastas y la lasagna jejeje.-era real, yo solo había comido esa poca comida Italiana, y eran mis favoritas.
-Ok! Hoy será diferente.-al parecer Bill comenzaba a quitar esa timidez que antes tenia al estar conmigo.
Entramos al restaurante, era muy hermoso y elegante, nos sentamos en unas de las mesas del fondo, quizás esto era para pasar desapercibido. Llego la mesera, la cual le lanzaba constantes miradas a Bill.-Buenas noches tengan ustedes. ¿Qué podemos ofrecerles?-pregunto esa mesera, la cual no tenia un mal aspecto.
Bill pidió una ensalada, al igual yo. Todo estaba saliendo bien, muy bien me la estaba pasando genial, estando con el. Bill y yo charlábamos mientras comíamos, el mostraba mas a fondo sus sentimientos.
-Bueno Sharon, tu me dijiste que tenia que decirlo-susurro con un tono suave y nervioso.-Y lo voy a hacer,
-No te entiendo Bill-alce una ceja, yo no sabia de que hablaba el.
-Sharon…-tomo mi mano lentamente.-Tu…eres esa persona, de la cual yo estoy enamorado.-me lanzo todo sus sentimientos, yo no creí que esto fuera a suceder tan rápido, todo fue tan rápido, no sabia que decir.
-OH Bill!-fueron las únicas palabras que salieron, mi cara quemaba y eso era por que yo tenia que mostrar mi sentimientos también.-Bill…yo también estoy enamorada de ti.
-¿Enserio?-dijo como un pequeño niño.
-Si Bill, desde que te conocí todo es diferente.
-También para mí.
De pronto Bill se acerco lentamente a mi y pozo sus labios sobre los míos con un dulce toque, el me había besado. Yo seguí su beso.
-Algo………ma-llego la mesera, al ver ese beso ella se quedo sin palabras.-¡Oh Dios! Eres ¡BILL KAULITZ!-grito a todo el restaurante a lo cual todos nos miraron, Bill y yo nos separamos y nos quedamos como una roca sin movernos.
-Es mejor que salgamos de aquí.-Bill susurro a mi oído. El jalo mi mano y salimos corriendo, yo llevaba esos tacones negros en mis manos, no podría correr con ellos puestos, un señor tomo una foto, era un paparazzi. No lo creía, yo enredada en tal problema.
Subimos al auto y Bill arranco de una manera brusca, varia gente nos había perseguido.
-No creí que esto fuera a suceder, siento haber arruinado la noche.-dijo Bill con tono triste.
-No importa, me la pase genial contigo.-dije tomando su mano. Ahora que Bill y yo nos habíamos dicho la verdad, sentí un poco mas de confianza al estar con el.
-Más yo. Creo que es mejor que te lleve a casa.
-Claro. ¿Pero te veo mañana, verdad?-pregunte
-Si, toda la tarde.-sonreía como un sol.
Bill me llevo a casa, yo iba feliz de la vida, me encontraba mas que contenta, nunca me la había pasado tan genial. Ahora tendría que pensar en contarle todo a mi familia, ya que todo había sucedido de una manera la cual yo no esperaba.
Pato-Kaulitz
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