EL MAÑANA NO ESTÁ A LA VISTA - Capítulo 20

Los chicos en los últimos días habían estado cabizbajos y preocupados por el incidente con la ventana rota y los huevos que habían arrojado al departamento, y es que obviamente fue intencionado, era imposible que los vecinos no supieran a quien pertenecía la propiedad. De cualquier forma la pregunta estaba en el aire ¿quién lo había hecho? ¿y por qué?
Bill y yo habíamos quedado que saldríamos a cenar solos aquella noche. Al salir del departamento sentí que la noche sería fresca así que decidí regresarme por mi chaqueta, pero Bill me detuvo y me dijo que esperara en el auto, me trajo mi chaqueta. Pero mientras yo esperaba vi salir a Dalmir del inmueble de al lado, se asomó ligeramente al auto, pero yo me agaché y él siguió caminando.
Ya estábamos a punto de cenar cuando apareció alguien que definitivamente no esperábamos. Dalmir llegó y me saludó como si fuéramos amigos desde hace años, pero lo curioso fue que saludo a Bill con mucha amabilidad.
- Hola Ivy! ¿Cómo estás? – me dio un besó en la mejilla – Que tal Bill! – Bill sólo sonrió y me miró – oigan no les molesta si me siento un momento verdad? En realidad quería salir un rato de casa para distraerme y miren a quienes me encuentro.
- Eeeee no, no nos molesta, para nada – Contesto Bill sonriendo casi mustiamente.
- Oh! Que bien! Solo me quedaré un momento, no sé preocupen.
Y ese “sólo me quedaré un momento” se convirtió en un “bueno cenaré con ustedes”. En realidad a mi no me importaba, es decir, él era lindo, era amable, era agradable en términos generales. Sólo que a Bill no le pareció buena idea que nos estuviera acompañando y lo entiendo, pero es que en esos momentos yo ni siquiera estaba segura de que Bill recordara quien era Dalmir o de donde lo conocía. Finalmente decidimos irnos:
- Si traes auto no? – preguntó Bill a Dalmir en tono hostil.
- Si claro
- Entonces nos vemos luego – he hizo un gesto con la mano y se metió al auto, a mi me dejó desconcertada su actitud, de cualquier forma yo fui a despedirme de Dalmir, que parecía no haber notado la descortesía de Bill.
- Cuídate Ivy. Espero haberle causado una mejor impresión a Bill, de verdad quiero ser tu amigo.
Sus palabras casi me conmovieron. Regresé al auto, donde Bill arrancó el auto de inmediato, partimos del lugar y perdimos a Dalmir. Bill no pronunciaba ni una palabra, sólo conducía mirando al frente muy serio; y yo no sabía que decir, la verdad es que aunque no era lo que tenía planeado, me la había pasado muy bien, me quedaba claro que Dalmir era un buen chico y yo lo había juzgado mal. Ahora lo que me preocupaba era que la actitud de Bill, lo hubiera incomodado:
- ¿Por qué te portaste así con Dalmir?
- Yo no lo invité – me contestó Bill
- Yo tampoco, pero no quise ser descortés.
- Me queda claro, es tu nuevo amigo y hasta su número tienes ¿Cuándo fue que pasó eso? – en ese momento recordé que la chaqueta que Bill me había llevado, era la misma que llevaba aquella ves que vi a Dalmir y me dio su número, y justo ahí lo dejé.
- El otro día… pero además no tiene nada de malo, todos mis amigos están lejos, sólo tengo a Ale y a veces anda mas despistada que yo. – Bill no dijo nada durante todo el alto en rojo.
- Ivy… ¿Quién diablos te dice Ivy? – me dijo sarcástico.
- Él – contesté y Bill me miró con enojo.
Mientras nosotros íbamos de camino. Tom y Ale se habían quedado en casa, y habían aprovechado que nosotros habíamos salido para dar rienda suelta a su pasión en la cama… en el estudio, pasando por la cocina, terminando en la sala. Estaban en uno de los sillones, Tom estaba sentado con la cabeza para atrás y los labios entreabiertos y los ojos cerrados, respirando con agitación, mientras Ale recorría su cuerpo marcado con sus manos y sus labios, besaba su pecho y su abdomen y poco mas allá, cuando de pronto todo quedó oscuro. En ese momento los dos se pararon:
- Debe ser un apagón – dijo Tom, pero al mirar por la ventana observó que todo mundo tenía luz menos ellos.
- Tom cúbrete! – gritó Ale al percatarse de que Tom estaba parado frente a la ventana desnudo.
- Cierto! Si no después tendré problemas con los maridos celosos, cuando ya no quieran estar con ellos porque consideran que lo tienen muy corto.- en ese momento Tom estallo en carcajadas.
- Ja- ja que gracioso!
Ya vestidos ambos, bajaron a ver que había pasado ya que ni siquiera encontraron al encargado, tuvieron que ir directo a las cajas de voltaje, de pronto se escuchaban ruidos y susurros, era extraño. Ale no se alejaba de Tom, lo tenía tomado del brazo, y cualquier ruido la sobresaltaba, de pronto escucharon un auto:
- Escucha deben ser Bill e Ivanna que ya llegaron.
- ¿Qué pasa? – pregunto Bill al verlos.
- Nada, que no tenemos luz. – contestó Tom
- Que extraño, ya avisaste para que la arreglen? – dijo Bill.
- Bajé yo mismo…
- Pero no tienes ni la mas mínima idea cierto? – dijo burlándose Bill.
Estaban en eso cuando de pronto un brusco ruido los asustó y varias tablas viejas cayeron, no podían haberse caído solas… alguien estaba espiando, de ahí provenían los susurros. Finalmente la luz quedó solucionada, pero la extraña situación había dejado muy inquietos a los gemelos, definitivamente los guardaespaldas eran imprescindibles en sus vidas pero tenerlos vigilados hasta en su casas era el colmo.
Todos nos fuimos a dormir. Bill definitivamente estaba molesto conmigo, y además estaba preocupado. Bill se había vuelto así en los últimos meses, evidentemente estaba temeroso de que esta vez no tuviera tanta suerte como en ocasiones anteriores que evitaron que le hicieran daño a él o a su hermano, pero ya no temía sólo por ellos, sino que ahora tenían casi como responsabilidad a dos chicas…
- Relájate amor – le dije mientras lo abrazaba por atrás y acariciaba su vientre, la verdad es que yo tenía mas planes para esa noche.
- Jeje espera Ivanna, espera… volteó y me tomó las manos – no es momento… Voy a darme un baño.
Y Bill entró al baño comenzó a quitarse la ropa muy despacio, yo me sentía muy tentada a mirarlo pero decidí que era mejor dejar las cosas, me quedaba claro que no estaba de humor, pero la tentación era demasiada! Así que me detuve a mirar sin que él se diera cuenta, detrás de la puerta. Vi como terminaba de deshacerse de su ropa y entró a la regadera, poco a poco el agua resbalaba por su cuerpo, desdibujaba los tatuajes…
Muy despacio y en silencio, entré y me despojé de mi ropa también, y entré con él a la regadera, al sentirme de pronto se exaltó, después sonrió y me dijo:
- Tu no entendiste verdad?
- No quiero entender.
Y comenzamos a besarnos, las caricias con el agua se hacían mas ligeras, pero las sensaciones cuerpo a cuerpo eran tan diferentes aunque no perdían su intensidad. En el vació del baño se escuchaban mas las expresiones de Bill, su respiración y gemidos. Jejeje ¿No que no quería?
Al salir del baño, nos dispusimos ahora si a dormir, pero antes…
- No me gusta para nada que ahora seas amiga de Dalmir… - me dijo Bill – crees que no recuerdo donde lo vi por primera vez?
- Emh…
- En el antro Ivanna y no tenía buenas intenciones, según recuerdo…
- Pero ahora es distinto – dije casi defendiéndolo.
- No lo creo…


°°m0nIqUe°°

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay como me encanta esta novela me trae loc,,, Entonces monique como le vas a hacer por temporadas o asi... avisame no porfas porque si no me vas a matar de un infarto eee... me encanta la novela te felicito mucho eres muy buena escritora y gracias por regresar la novela te quiero mucho bye besos ♥♥♥♥

Anónimo dijo...

ahaha!!!1
hola no te conosco
pero te digo q ya extrañaba leer esto
eres muy buena y me encanta la historia
espero y pronto vuelvas a postear mas capitulos
cuidate adios :)

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