EL MAÑANA NO ESTÁ A LA VISTA - Capítulo 15

- Oye Gustav ¿Has visto a Bill?
- No Ivanna, lo vi en la mañana pero ya no lo he vuelto a ver.
- Tom ¿sabes donde está Bill?
- Jeje no Ivanna ni idea… no te preocupes jeje.
- Mmm Samantha… ¿has visto a Bill?
- No
- Hey Georg! ¿no has visto a Bill por aquí?
- La verdad que no, pero no te preocupes seguro debe andar con Tom o con Natalie.
- Tu debes saber donde está Bill, Natalie!
- Jaja hola Ivanna, no sé donde esté Bill. La verdad es que he andado ocupada en otras cosas.
Nadie sabía o por lo menos no me querían decir donde estaba Bill. Había pasado tooooda la mañana y parte de la tarde buscando a Bill por todos lados, en realidad no lo quería para nada en especial… o bueno la verdad sí, era uno de esos días en que lo quería mas que otros días, y había amanecido con unas ganas tremendas de expresárselo… Pero me parecía muy extraño que ni siquiera Tom supiera donde estaba.
Estábamos en Italia, y era día libre después del concierto, era rarísimo que Bill se levantara temprano por propia voluntad, lo que hacía aun mas raras las cosas. Y de pronto se me ocurrió llamarle, claro! Como no se me ocurrió antes?... hace falta decir que a veces soy algo despistada?
- Hi!
- Bill donde estás?
- Mmm estoy ocupado Ivanna, luego te veo.
- Pero Bill…
- Cuídate, nos vemos en un rato…
Ahora sí que no entendía nada, él no me hubiera contestado de esa manera. Que estaba pasando? Que le pasa? Hice algo?
- No pero es que yo no he hecho nada, todo iba muy bien hasta ayer. Y de repente ahora “estoy ocupado Ivanna, luego te veo” ¿Qué significa eso?
- Calma Ivanna, quizás si estaba ocupado… - Ale intentaba tranquilizarme.
- Ocupado en qué!
Como los intentos de Ale eran en vano, decidió que era mejor dejarme sola unos momentos. La verdad que se lo agradecí, necesitaba despejarme pero estando ahí encerrada, esperando a que llegara Bill, lo único que iba a lograr sería enloquecer un poco mas, así que sin pensarlo mucho decidí que saldría. En realidad nunca había salido sola a ningún lugar que yo no conociera, y menos en un país que no conozco. Pero en ese momento se me pasó hacer esa consideración, así que salí sin avisarle a nadie, y no quería ver a nadie.
Roma si que era una ciudad hermosa! Había muchos lugares bonitos, comerciales, era todo un sueño, y mejor que verlo desde la ventana del hotel o del tourbus, o del auto donde viajábamos. Finalmente, me encontraba viajando y conociendo un lugar de verdad, había pasado semanas viajando con Bill de un lugar a otro, pero nunca nos habíamos detenido a visitar un lugar en plan turístico.
Me detuve frente a un aparador mirando unas bolsas, como un niño que observa dulces, cuando en el cristal se reflejó una camioneta muy parecida a la que usa Bill para transportarse, voltee a cerciorarme, y en efecto, era Bill cargado de bolsas, y el guardaespaldas que no le podía faltar, subieron tan rápido al coche que ni cuenta se dieron de que yo los observaba; se marcharon del lugar, y yo me quedé ahí observando en la dirección en la que se alejaban.
¿Esa era la razón por la que ni siquiera podía hablar conmigo, o ni siquiera pudo avisarme que saldría? ¿Ir de compras? Bueno de que me sorprendía? Ya sabía que tenía un novio fanático de las compras, pero puso haberme dicho a donde iba!
En mi desconcierto, decidí caminar un poco mas cuando de pronto oí que alguien gritaba: “¡Bill Kaulitz!” seguido de otras palabras en italiano, que aunque no es muy distinto al español, no pude captar lo que significaban. Mi reacción al escuchar el nombre fue voltear hacia atrás, ya que el grito estaba dirigido hacia mi, pensé que él finalmente me había visto e iba por mi. Pero no había nadie realmente detrás de mi, y de pronto muchos flashes me dejaron sin visión por un momento, y en mi aturdimiento, pude comprender mas o menos de que se trataba. Lo único que se me ocurrió correr en dirección contraria y meterme por muchas calles para perderlos, seguí corriendo hasta que estuve segura de que nadie me perseguía, me tomé un momento para recuperar la respiración y me di cuenta que no sabía donde estaba, que no me había fijado ni porque calles me había metido.
Tenía tantas ganas de llorar en ese momento, pero no podía el tiempo haciéndolo, tenía que encontrar la forma de regresar pronto al hotel, porque además comenzaba a hacer frío y amenazaba con llover. Caminé fijando me en las calles por las que pasaba, pero definitivamente nada me parecía familiar, sentía que caminaba en círculos, y ya no me encontraba en le centro de la ciudad, por el aspecto del lugar en el que me encontraba sentía que me había alejado demasiado.
- Donde está Ivanna? – le preguntó Bill a Ale.
- No lo sé Bill, estaba muy enojada cuando yo hablé con ella.
- Pero enojada por qué?
- Tu sabrás…
Cuando se dieron cuenta de que no estaba comenzaron a buscarme por todos lado y Bill intentaba desesperadamente hablarme al celular:
- No creo que te conteste Bill, su teléfono está aquí – le mostraba Tom mi celular a Bill.
Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer, eran heladas y pronto me empaparon por completo, mi desesperación aumentó, de verdad estaba perdida, y si trataba de hablar con la gente no me entendían mas que palabras, algunos pensaron que estaba loca. Comencé a correr de nuevo, creí que así como había llegado a ese lugar así tenía que salir de ahí, chocaba con al gente, y me gritaban insultos que yo no entendía, pero quedé exhausta. Caminé un poco mas pensando en que hacer, y cuando me di cuenta ya estaba en una zona mas céntrica, un taxi se detuvo frente a mi. Como pude traté de hacerme entender que me llevara al hotel St. Angelo.
Finalmente llegamos, pero el señor del taxi no me quería dejar bajar si no le pagaba, y pues yo no traía dinero, sólo había salido a caminar un rato y había vivido toda una travesía. En ese momento del hotel iba saliendo la camioneta del grupo y casi me subí encima del taxista para tocar el claxon. Por la ventana Bill me vio y bajó de la camioneta, se acercó al taxi con su guarura, entendió lo que pasaba y pagó lo que el taxista pedía, así pude bajar del taxi.
Entré al hotel, Bill iba detrás de mi, y detrás del él iba el guardaespaldas. Al entrar donde estaban todos, casi pude oír el suspiro de alivio de todos:
- Gracias al cielo! Estuvimos apunto de irte a reportar a personas desaparecidas! – Tom bromeaba – porque Bill estaba en crisis y se iba a soltar a llorar.
Yo sonreía ligeramente y me fui a mi cuarto tenía que quitarme la ropa mojada. Bill comenzó a regañarme:
- Ivanna, ¿Cómo se te ocurre salir sin avisar a nadie? Es una ciudad que no conoces, me tenías preocupado…
- Shhhhhhhhhh cállate, y déjame en paz. Necesito cambiarme. Y tu y yo luego hablamos.
Me di un baño, y me cambié de ropa. Pedí algo de comer, porque estaba hambrienta y me quedé un rato viendo la televisión, por equivocación al recargarme sobre el control remoto cambié de canal y pude ver en un programa del corazón mis fotos de aquella tarde en Roma huyendo de los paparazzi. En ese momento tocaron mi puerta y apagué de inmediato la televisión. Abrí la puerta y era Bill:
- Ya estás mejor? – me preguntó.
- Estoy bien…
- Que pasó?
- Eso mismo quiero saber yo ¿Qué pasó? Porque no supe en todo el día donde estabas, y cuando te llamó me dices que estas ocupado.
- Si estaba ocupado Ivanna, y si no te dije donde estaba era porque te estaba preparando una sorpresa.
- Una sorpresa…
- Si una sorpresa, de hecho te iba a pedir que te arreglaras porque esta noche era para nosotros.
- En un momento estoy lista – dije desconcertada y casi sin palabras.
- Te espero en mi cuarto cuando estés lista.
Bill salió de mi habitación y yo estaba con un sentimiento de culpa terrible, él había estado en su día libre preparando una sorpresa para mi, y yo imaginándome mil cosas, incluso llegué a pensar que en todo aquel misterio Samantha había hecho de las suyas y que por eso Bill estaba raro conmigo. Me arreglé lo mas rápido que pude, me puse un vestido corto y maquillaje sencillo. Y fui a su habitación.
- Pasa – me dijo Bill y vi la habitación iluminada con velas, había unas flores en la cama que él tomó y me las dio – son para ti.
- Perdón! – tomé las flores y comencé a llorar – no sabía porque tanto misterio y me enojé, por eso salí para distraerme un poco, pero unos paparazzi me tomaron fotos y yo salí corriendo y por eso me perdí.
- ¿Te persiguieron los paparazzi? – dijo Bill sorprendido.
- Si…
Le conté toda mi travesía, como había escuchado su nombre y pensé que era él, como pasé horas tratando de regresar al hotel y no sabía como. Él escuchaba con atención mientras me abrazaba, de vez en cuando soltaba pequeñas risas. Después tomó una botella de champagne y sirvió en dos copas, estuvimos bebiendo abrazados, ocasionalmente nos besábamos y reíamos por lo que me había pasado. Hasta que…
- Ivanna – Bill me miraba fijamente a los ojos – quiero que hagamos el amor esta noche. Esa era la sorpresa mas que nada, quería hacerlo algo especial.
Sin pensarlo mas, supe que el momento había llegado. Besándonos, los dos caímos a la cama, comenzamos a acariciarnos y sacarnos la ropa poco a poco. Él con mucha facilidad me quitó el ligero vestido que traía puesto, quedándome un pantie y bra solamente. Yo le quité la playera que traía puesta y me puse a besar su torso y jugar con el pearcing que tiene en el pezón, el gemía muy suave, y me quitó lo que me quedaba de ropa, se acomodó encima de mí y se quitó el pantalón y el bóxer ajustado que le estorbaban. Entonces yo lo pude ver completamente desnudo y él a mi. Me besaba suavemente todo el cuerpo, el cuello, los pechos, le vientre, las piernas… hasta que de pronto sentí como penetraba en mi y sus gemidos aumentaban, nuestros ritmos se acoplaban. Cambiamos algunas veces de posición, y a mi me parecía increíble toda aquella pasión que Bill me demostraba, habíamos esperado tanto tiempo!. De pronto sentí que sus acometidas se volvían mas rápidas y violentas, y yo por unos segundos perdí la conciencia, después sentí como él terminaba.



Terminamos los dos, tumbados en la cama abrazados, y Bill susurró a mi oreja:
- Te amo…
- Yo te amo mas… - dije y el rió.
- Sólo hay una cosa, por favor no salgas sola o sin avisar a nadie, la gente comienza a reconocerte aunque yo no haya dicho nada aun.

°m0nIqUe°

3 comentarios:

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ †αℓєnα-- ΛDM dijo...

Hay Dios mio!!! kreo ke nisikiera puedo escribir!!! no mames!!!! OMG, wowwwww toki!!! ^^ ke ternura no mames lo imagine todo hay dios ke buen capitulo jajajaa

Anónimo dijo...

ehhh...y-yo....no se k decir m gusto muxo y....bueno la ultima part n///n jeje m ked sin palabras pero m enkanta esta historia s muy tierna adorable no se tienes un don ^-^
att:
konejita vampira *W*

Monyenka dijo...

jeje muchas gracias konejita vampira!!! me da gusto que te guste la historia, em inspira a seguir n_n

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